Por Javi Alfonso.

Planteamos una escena, una escena de una peli. Hablamos un poco de qué va, tanteamos cuál es el tono y enseguida nos ponemos a analizar el texto. ¿Por dónde empezamos? Primero, vamos a intentar diseccionar ese texto y a descubrir qué quiere decirnos. Pero siempre surgen dudas, y es normal. Este personaje dice esto, o este otro dice aquello, pero, ¿qué es lo que callan? Probablemente, por lo que nos ha enseñado el cine, lo que un personaje no dice es mucho más importante que lo que dice. Un personaje te da unas pistas, te cuenta cosas o no sobre sí mismo y te da unas claves sobre cómo interpretarlo, pero, ¿qué quiere decir realmente? Esto, es todo un misterio para el actor/actriz y seguramente, es el trabajo más duro a la hora de encarar un personaje.

Hacemos una puesta en común, hablamos, imaginamos, en definitiva, actuamos. Conseguimos una intención, parece que ya huele un poco al personaje. Ahora, «sólo» queda llegara a casa, organizar nuestro trabajo y poner la escena en pie el próximo día para comprobar si todas las piezas están en su sitio. ¡Ánimo, chicos! Lo estáis haciendo muy bien.